Franklin ve a Violeta camino a la asociación de mujeres, lleva dos semanas viéndola desde lejos, atento a sus pasos, pero hoy no aguanta más, sabe que su amor está herido y no acepta que sea de muerte. De repente, sin darse cuenta, está corriendo para alcanzarla, para escuchar lo que ella quiera decirle, para estar un poquito cerca de ella.